martes, 11 de agosto de 2009

¿Por qué nos acordamos de las cosas de repente?


Por primera vez un grupo de científicos ha podido captar células individuales de información del cerebro durante el acto de la memoria espontánea, revelando que las neuronas de los recuerdos espontáneos tienen su conexión con las de los hechos recordados, según las conclusiones de un equipo de investigación de la Universidad de Pensilvania.
Las grabaciones, tomadas de cerebros de pacientes epilépticos que estaban siendo preparados para cirugía, demuestran que estos recuerdos espontáneos residen en algunas de las mismas neuronas que se "disparan" más intensamente cuando el hecho recordado es experimentado por primera vez. Investigadores han teorizado desde hace tiempo esto, pero hasta ahora sólo tenían evidencia indirecta.


Según expertos, el nuevo estudio prácticamente "cierra el caso": para el cerebro, recordar se parece mucho a hacer (al menos a corto plazo, pues el estudio no indica nada respecto de recuerdos más distantes).


El experimento, que será reportado el viernes en la revista Science, probablemente abrirá nuevos caminos para la investigación de la enfermedad de Alzheimer y otras formas de demencia, indicaron expertos, además de ayudar a explicar cómo algunos recuerdos surgen aparentemente de la nada.

Los científicos pudieron incluso identificar recuerdos específicos en los sujetos uno o dos segundos antes que el individuo mismo los reportara.


"Se trata de un hallazgo fundacional", indicó Michael J. Kahana, profesor de sicología de la Universidad de Pennsylvania que no participó en las investigaciones. "No hay ningún estudio reciente comparable.


Es una pieza realmente crucial del rompecabezas de la memoria y un paso importante para ayudarnos a entender los detalles de qué sucede exactamente cuando el cerebro ejecuta este viaje en el tiempo mental" de evocar experiencias pasadas.


En el estudio, un equipo de investigadores israelíes y estadounidenses injertaron minúsculos electrodos en los cerebros de 13 personas con epilepsia severa. Los implantes son un procedimiento estándar en estos casos, permitiendo a los doctores determinar la ubicación de las minitormentas de actividad cerebral que provocan los ataques epilépticos.


Los pacientes miraron una serie de videos de cinco a 10 segundos, algunos de programas de televisión y otros con imágenes de animales o sitios célebres como la torre Eiffel.


Los investigadores registraron los "disparos" de unas 100 neuronas de cada persona mientras éstas miraban una serie de videos que se repetían; las neuronas grabadas estaban concentradas en y alrededor del hipocampo, un tejido en lo profundo del cerebro que se sabe es crítico para la formación de nuevos recuerdos.


En cada individuo, los investigadores identificaron células individuales que se volvieron muy activas durante algunos videos y se silenciaron durante otros. Alrededor de la mitad de las células registradas hirvieron de actividad en respuesta a al menos un video, y respondían débilmente ante otro.


Tras distraer a los pacientes por algunos minutos, los investigadores les pidieron pensar en los videos por un minuto y reportar "lo que les viniera a la mente". Los sujetos recordaron casi todos los videos. Y, como se esperaba, cuando recordaron uno específico -digamos, un video de Homero Simpson-- las mismas células que se activaron al ver el video por primera vez se reactivaron al recordarlo.


De hecho, las células entraron en actividad uno o dos segundos antes de que la gente estuviera consciente del recuerdo, indicando a los investigadores cuál sería ese recuerdo. (Traducción: Gregorio Narváez).

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